lunes, 10 de enero de 2011

ESTA HISTORIA ME LA ENVIO MI QUERIDO AMIGO Y HERMANO "MIGUEL ARANGO MORAL"

ES TAN BELLA, Y NOS DEMUESTRA QUE EFECTIVAMENTE EN EL MUDO TODO TIENE UNA EXPLICACION ADECUADA


Es la mejor explicación sobre Los Reyes que he leido nunca

AHORA SI QUE NO TENGO DUDAS!!!!!!

Los Reyes Magos son verdad Apenas su padre se había sentado al llegar a casa, dispuesto aescucharle como todos los días lo que su hija le contaba de susactividades en el colegio, cuando ésta en voz algo baja, como conmiedo, le dijo: - ¿Papa? - Sí, hija, cuéntame - Oye, quiero... que me digas la verdad- Claro, hija. Siempre te la digo -respondió el padre un poco sorprendido- Es que... -titubeó Blanca - Dime, hija, dime. - Papá, ¿existen los Reyes Magos? El padre de Blanca se quedó mudo, miró a su mujer, intentandodescubrir el origen de aquella pregunta, pero sólo pudo ver un rostrotan sorprendido como el suyo que le miraba igualmente.- Las niñas dicen que son los padres. ¿Es verdad?La nueva pregunta de Blanca le obligó a volver la mirada hacia la niñay tragando saliva le dijo: - ¿Y tú qué crees, hija? - Yo no se, papá: que sí y que no. Por un lado me parece que sí queexisten porque tú no me engañas; pero, como las niñas dicen eso.- Mira, hija, efectivamente son los padres los que ponen los regalospero... - ¿Entonces es verdad? -cortó la niña con los ojos humedecidos-. ¡Mehabéis engañado! - No, mira, nunca te hemos engañado porque los Reyes Magos sí queexisten -respondió el padre cogiendo con sus dos manos la cara deBlanca . - Entonces no lo entiendo. papá. - Siéntate, Blanquita, y escucha esta historia que te voy a contar porque ya ha llegado la hora de que puedas comprenderla -dijo elpadre, mientras señalaba con la mano el asiento a su lado. Blanca se sentó entre sus padres ansiosa de escuchar cualquier cosaque le sacase de su duda, y su padre se dispuso a narrar lo que paraél debió de ser la verdadera historia de los Reyes Magos: - Cuando el Niño Jesus nació, tres Reyes que venían de Oriente guiadospor una gran estrella se acercaron al Portal para adorarle. Lellevaron regalos en prueba de amor y respeto, y el Niño se puso tancontento y parecía tan feliz que el más anciano de los Reyes, Melchor,dijo: - ¡Es maravilloso ver tan feliz a un niño! Deberíamos llevar regalos atodos los niños del mundo y ver lo felices que serían.- ¡Oh, sí! -exclamó Gaspar-. Es una buena idea, pero es muy difícil dehacer. No seremos capaces de poder llevar regalos a tantos millones deniños como hay en el mundo. Baltasar, el tercero de los Reyes, que estaba escuchando a sus doscompañeros con cara de alegría, comentó:- Es verdad que sería fantástico, pero Gaspar tiene razón y, aunquesomos magos, ya somos ancianos y nos resultaría muy difícil poderrecorrer el mundo entero entregando regalos a todos los niños. Perosería tan bonito. Los tres Reyes se pusieron muy tristes al pensar que no podríanrealizar su deseo. Y el Niño Jesús, que desde su pobre cunita parecíaescucharles muy atento, sonrió y la voz de Dios se escuchó en elPortal: - Sois muy buenos, queridos Reyes Magos, y os agradezco vuestrosregalos. Voy a ayudaros a realizar vuestro hermoso deseo. Decidme:¿qué necesitáis para poder llevar regalos a todos los niños?- ¡Oh, Señor! -dijeron los tres Reyes postrándose de rodillas.Necesitaríamos millones y millones de pajes, casi uno para cada niñoque pudieran llevar al mismo tiempo a cada casa nuestros regalos,pero. no podemos tener tantos pajes., no existen tantos.- No os preocupéis por eso -dijo Dios-. Yo os voy a dar, no uno sinodos pajes para cada niño que hay en el mundo.- ¡Sería fantástico! Pero, ¿cómo es posible? -dijeron a la vez lostres Reyes Magos con cara de sorpresa y admiración.- Decidme, ¿no es verdad que los pajes que os gustaría tener debenquerer mucho a los niños? -preguntó Dios.- Sí, claro, eso es fundamental - asistieron los tres Reyes.- Y, ¿verdad que esos pajes deberían conocer muy bien los deseos de losniños? - Sí, sí. Eso es lo que exigiríamos a un paje -respondieron cada vezmás entusiasmados los tres. - Pues decidme, queridos Reyes: ¿hay alguien que quiera más a losniños y los conozca mejor que sus propios padres?Los tres Reyes se miraron asintiendo y empezando a comprender lo queDios estaba planeando, cuando la voz de nuevo se volvió a oír:- Puesto que así lo habéis querido y para que en nombre de los TresReyes Magos de Oriente todos los niños del mundo reciban algunosregalos, YO, ordeno que en Navidad, conmemorando estos momentos, todoslos padres se conviertan en vuestros pajes, y que en vuestro nombre, yde vuestra parte regalen a sus hijos los regalos que deseen. Tambiénordeno que, mientras los niños sean pequeños, la entrega de regalos sehaga como si la hicieran los propios Reyes Magos. Pero cuando losniños sean suficientemente mayores para entender esto, los padres lescontarán esta historia y a partir de entonces, en todas las Navidades,los niños harán también regalos a sus padres en prueba de cariño. Y,alrededor del Belén, recordarán que gracias a los Tres Reyes Magostodos son más felices. Cuando el padre de Blanca hubo terminado de contar esta historia, laniña se levantó y dando un beso a sus padres dijo:- Ahora sí que lo entiendo todo papá.. Y estoy muy contenta de saberque me queréis y que no me habéis engañado. Y corriendo, se dirigió a su cuarto, regresando con su hucha en lamano mientras decía: - No sé si tendré bastante para compraros algún regalo, pero para elaño que viene ya guardaré más dinero. Y todos se abrazaron mientras, a buen seguro, desde el Cielo, tresReyes Magos contemplaban la escena tremendamente satisfechos. Feliz Navidad desde todas las partes del mundo, y ya sabes que sireenvías este correo a todos tus amigos con hijos o sobrinos secumplirán todos tus deseos.

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